Título: Warcross.
Autor: Marie Lu.
Número de páginas: 518.
Fecha de publicación: Septiembre 2017.
La obsesión comenzó hace diez años y su base de fans ahora abarca todo el mundo, algunos deseosos de escapar de la realidad y otros con la esperanza de obtener un beneficio. Luchando para llegar a fin de mes, hacker adolescente Emika Chen trabaja como un cazador de recompensas, rastrear a los jugadores que apuestan por el juego ilegal. Pero el mundo de la caza de recompensas es competitivo, y la supervivencia no ha sido fácil. Necesidad de hacer algo de dinero rápido, Emika toma un riesgo y hackea el partido inaugural de los Campeonatos internacionales Warcross-sólo para señales de deformación accidentalmente a sí misma en la acción y convertirse en una sensación de noche.
Convencido de que va a ser detenido, Emika se sorprende cuando en lugar de ella recibe una llamada desde el creador del juego, el joven multimillonario difícil de alcanzar Hideo Tanaka, con una oferta irresistible. Él tiene un espía en el interior del torneo de este año con el fin de descubrir un problema de seguridad. . . y él quiere a Emika para el trabajo. Sin tiempo que perder, Emika llega volando a Tokio y es empujado en un mundo de la fama y la fortuna que ella sólo ha soñado. Pero pronto su investigación descubre una trama siniestra, con importantes consecuencias para todo el imperio Warcross.
Había estado en una de las peores
situaciones que un lector puede vivir: bloqueo. Sí, esa horrible experiencia en
la cual, nada, ni siquiera el libro más sencillo y pequeño y divertido, te
engancha. Comenzaba a desesperarme pero ¡Sorpresa, señores! ¡Que me topo con Warcross!
Marie Lu esta vez nos adentra
en un mundo de video juegos, y probablemente esa sea la razón por la cual no me
había atraído totalmente el libro. No estoy diciendo que no me llame la
atención los videojuegos o las cosas que tienen relación con ellos, sino que
simplemente, mi experiencia con libros sobre videojuegos, no es buena. ¡Tonta
de mí que creyó que Marie me decepcionaría!
“Todas las puertas cerradas tienen una llave.”
Warcross es un videojuego
que fue creado por un niño de 14 años, sí señores, un mocoso de 14 años que
creó un imperio total y cambió el mundo de sobremanera. Ahora la gente,
respira, vive y aspira a participar en este juego que se realiza cada año
mediante la realidad virtual.
Emika Chen, una caza recompensas
en aprietos extremos, en un día particularmente malo, hackea este evento
mundial, quedando ante el ojo de millones de personas (específicamente quinientos
veinte millones de personas); por obvias razones ella se espanta y es que
lo último que necesita es que más problemas a la lista que de por sí, ya es
extensa, se agreguen. Temerosa, decide dejarlo pasar pero ¡oh sorpresa! Por supuesto
que Henka Games, específicamente el creador de Warcross, no dejaría las
cosas nada más así.
Investigada y en el ojo de la
tormenta de millones de personas, Emika tiene una charla con Hideo: el mocoso
creador de Warcross que en la actualidad, es un joven multimillonario
codiciado. Él le ofrece un puesto bastante especial en su empresa que
básicamente consiste en ser espía y hacker, permitiéndole la entrada de último momento
al juego de este año en Warcross. Puesto que alguien, quiere destruir
todo el trabajo de este joven. No es una decisión difícil, no con la situación en
la cual vive Emika y es la manera en la cual su mundo, en literalmente 24 horas
cambia sin vuelta atrás.
Estoy sin palabras, no puedo
creer la genialidad de la autora, digo, me he leído todos sus libro y todos me
han gustado pero ¿Warcross? ¡Es totalmente otro nivel!. Y es que los
escenarios, la tecnología, este mundo virtual, la intriga, el maldito juego el
cual quiero que sea real… no puedo, enserio no puedo.
Desde el primer instante en que
comencé a leerlo, desde el primer capítulo, devoré el libro. La autora tiene
una manera exagerada de mantenerte enganchado, siempre queriendo más, sacando
conjeturas junto con la protagonista, sospechando de todos. Jesús.
Esto me lleva a Emika. ¡No tengo
quejas! La razón actual de mi bloqueo, son las protagonistas. Estoy cansada del
cliché que actualmente todos los autores se están basando para crear al
personaje principal. Francamente Lu no comete el mismo error y es que
Emika es brillante, tú sabrás, siendo una joven sola y que se tiene que valer
por sí misma, aprendió de la manera ruda en la vida. No se deja intimidar y eso
es, glorioso. Ya basta de protagonistas que por cualquier comentario, se dejan
sentir menos.
¿Necesitas una protagonista
fuerte e inteligente? ¡Marie Lu te la arroja!
Ese era otro de mis problemas a
la hora de leer, si quería leer una distopía siempre me encontraba con el mismo
escenario: un grupo de jóvenes queriendo derrotar a un gobierno maltratador. Ya
cámbienle, plox.
Porque no hay duda que esta
historia está basada en un ambiente futurista, en el cual la realidad virtual
es un día a día. Los escenarios que nos presenta la autora, simplemente son
cautivadores. Nos muestra la fantasía dentro de la tecnología. Y como probablemente,
en unos años estaremos.
El romance, no lo sentí forzado
ni demasiado pronto, lo cual es genial como no tienen una idea. Se fue
desarrollando poco a poco y con las dosis suficientes.
Cada vez que me encontraba en algún escenario de Warcross, yo quería
participar, ser parte de este evento y es que la idea de la autora me fascinó.
Algo que debo remarcar es que si
vas a leerlo, prepárate. No me imaginé ese final, no esperaba el trasfondo de
las acciones de muchos personajes. Sí, sabía que algo ocultaban pero no pensé
el grado de importancia del secreto. Al principio, tu esperas una cosa de la
historia ¿al final? Todo cambia. Las jugadas, los personajes, el ambiente, las
intenciones…
No me queda más que decir,
finalmente gracias a Warcross, he vuelto señores.
Hasta la fecha, estoy bastante
segura que este libro es el mejor de la autora. Explosiones llenas de colores y
posibilidades increíbles. Me encantó cada página del libro, me sentí unida a
los personajes, sufrí con ellos y me divertí con ellos. Cada personaje está
perfectamente construido. Y, aunque no vimos en todo su esplendor a algunos de
ellos, estoy bastante segura que en el siguiente tomo, lo haremos.
“Es difícil explicarle qué es la pérdida a alguien que nunca la ha experimentado; imposible describir todas las formas en que te cambia. Pero para quienes sí la conocen, no es necesario decir una sola palabra.”
¡Ese final! No puedo esperar para
la continuación, siento que le faltaron mínimas unas 100 páginas más. Total,
estoy segura que la autora se superará con el siguiente libro. Y, sin más, sólo me queda
deprimirme y seguir deseando ir a Tokio; agregándole que voy a poner una
velita porque ¿se imaginan que hicieran una película? ¡Sería la bomba!
Puntuación:
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